Leyendas


La leyenda cuenta que...

Hace mucho tiempo, en el fondo marino en torno a la costa de Calpe habitaba una numerosa colonia de sirenas, quienes plácidamente nadaban en las cristalinas aguas del lugar, repletas de coral y de multitud de peces de mil colores.

Sus quehaceres diarios no consistían en más que recorrer el fondo marino, buscar los mejores bancos de peces y, entre todas, ahuyentarlos hacia la costa para que, sin escapatoria, cayeran en las famélicas redes de los pescadores calpinos.

Y eso hacían: ayudaban a los marineros de Calpe a que tuvieran siempre una abundante pesca y, en compensación, estos no las hostigaban ni las molestaban lo más mínimo.

Pero un día apareció, por las aguas del lugar, un irascible y malvado genio que constantemente las acosaba y las perseguía, sin dejarles un segundo de descanso y, por supuesto, impidiendo que realizasen su rutina diaria: ayudar a los pescadores.

En poco tiempo su problema no solo sería el genio malvado, sino también los pescadores, quienes comenzarían a perseguirlas para pedir explicaciones y, quién sabe, tal vez capturarlas.

Desesperadas y sin querer abandonar el que era su hogar, el fondo marino de Calpe, se afanaron las sirenas en pedir ayuda al dios de los mares, Neptuno. No tardó este en oír la exasperada llamada de auxilio y, sin demora alguna, envió al lugar a uno de sus mejores genios, un genio benigno que tal pavor causó en su enemigo, el que acosaba a las sirenas, que intentó salir este huyendo a toda prisa del mar y, sin terminar de emerger, allí quedó petrificado, formando el actual peñón de Ifach.

Actualmente, los días que el peñón amanece envuelto en la niebla, cuentan que es el genio malvado intentando escapar de su maldición, pero los primeros rayos de sol siempre consiguen disipar la bruma.

También dicen que, quien logre presenciar esto, será feliz para siempre. ¿Quién sabe? Sea como sea, seguro que un amanecer con el peñón de Ifach como escenario no tiene precio.

EL "MASCARAT" DE CALPE

En la ciudad de Calpe, en la provincia de Alicante, se encuentra el Macizo de el "Mascarat". Alrededor de su nombre hay varias leyendas, desde moros hasta el propio Judas Iscariote.

Se cuenta que al principio del S.XVII y después del decreto de expulsión de los moriscos, apareció por la zona del Collado un forastero algo excéntrico, no se acercaba ni hablaba con nadie, si alguien intentaba contactar con él, se escondía. Este comportamiento hizo pensar que, a lo mejor, se trataba de algún cabecilla moro que se escondía ahí, esperando el momento oportuno para escapar o, esperaba reunirse con su gente allí. Su desaparición de la zona, coincidió con el ahorcamiento de un cabecilla moro llamado Turiji, en Valencia.


Otra leyenda dice que se trataba de un joven desaparecido de la zona, que se escondía por allí, por que, el pobre, padecía de lepra, al cabo de un tiempo, sólo se encontró una vieja mascara, con la que el joven escondía su rostro.

Pero la más extraordinaria, para mí, es la que dice que era el propio Judas Iscariote, que después de vagar por el mundo, tras su traición, llegó allí, y cansado de andar, decidió descansar allí. Años después, se encontraron unos huesos de una persona, que se creyó que era él.
¿Con cuál te quedas? 

La leyenda del Puig Campana

El Puig Campana es una montaña mágica. Lo es por su altitud (1410 metros), ubicación (a un paso del mar, del que sólo le separan 10 km. en línea recta) y también por la leyenda que lo acompaña. Leyenda relacionada con el pedazo que le parece faltar y que ha dado origen a múltiples versiones, aunque todas relacionadas con el héroe francés Roldán, comandante del gran Carlomagno, y con el peñasco que le falta a la montaña, y que al caer al mar habría dado lugar a la Isla de Benidorm.

Cuenta la historia que Roldán (noble cristiano muerto por fuerzas sarracenas que se caracterizó, según el relato épico del Cantar de Roldán por su lucha contra el infiel) cortó esa parte de peñasco con su espada Durandarte para alargar el día, ya que estaba enamorado de una bella doncella moribunda a la que vaticinaron que moriría con el último rayo de sol. Para tratar de alargar el día, se cuenta que Roldán le dio ese tajo al monte cortando parte del

Otra versión cuenta que el héroe francés se enzarzó en combate con un jefe moro y, ensimismados en el duelo, acabaron frente a frente en la cima de esta montaña. Durante la intensidad del combate, el caudillo musulmán cayó al suelo; entonces Roldán levantó su espada para intentar rematarlo asestándole el golpe final. Lo hizo descargando toda su furia, aunque el moro logró esquivarle, alcanzando la espada de Roldán un gran trozo de roca, que partió debido a la gran fuerza imprimida.

Esta roca sería lo que hoy conocemos como la isla de Benidorm y la hendidura que habría dejado sobre la montaña habría conservado el nombre del héroe. De la Isla de Benidorm ya os hemos hablado en otro post del blog de la Guía del Turista, un sitio muy recomendable. Como también lo es el Puig Campana, una montaña enclavada en el término de Finestrat, en el corazón de La Marina Baixa, singular, exigente para alcanzar la cumbre pero que ofrece desde ella una panorámica fantástica de gran parte de la provincia de Alicante y una vista distinta y para recordar de la ciudad de Benidorm.

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